Seis rubros se perfilan como la esperanza de la economía local

Enid López Camacho

Los alimentos, la ciencia y tecnología, el sector agropecuario, la minería, los hidrocarburos y el sector energético, se perfilan como la esperanza de  la  reactivación  económica  cochabambina, en un contexto en el que la economía nacional y mundial está en crisis debido a la pandemia del coronavirus y se acentúa este panorama negativo en Bolivia por los conflictos sociales y políticos.

Según el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Javier Bellott, uno de los rubros que ha tomado fuerza últimamente, es el de los alimentos, a través de los productos manufacturados como el fideo de quinua o los fideos dietéticos.

Otro de los sectores en los que la  esperanza está puesta, es el de la ciencia y tecnología. Cochabamba es uno de los principales departamentos de producción y venta de  software de Bolivia. Según los datos de la Agencia de Gobierno Electrónico y tecnologías de Información y Comunicación (Agetic), existen más de 200 empresas de informática registradas en Bolivia. Hasta 2018, la actividad generaba ingresos de alrededor de 30 millones de dólares al año.

Por otro lado, está el sector agropecuario. El gerente general de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), Rolando Morales, explicó que el sector agropecuario nacional es el segundo aportante al Producto Interno Bruto (PIB) con aproximadamente 5 mil millones de dólares   y  Cochabamba   aporta   con   2.100   millones de dólares. Actualmente, existen 19 rubros productivos registrados en la CAC con entre 3 mil y 10 mil unidades familiares trabajando en cada rubro.

“De cada 10 empleos en el departamento, cuatro los absorbe el sector agropecuario, somos altísimos demandantes de mano de obra”, sostuvo Morales a tiempo de precisar que desde octubre de 2019, el sector tuvo una caída vertiginosa, posteriormente se sumó la paralización de actividades debido a la pandemia. A raíz de esta situación, el sector se vio obligado a absorber  sus capitales de producción y por eso se está a la espera de la puesta en marcha del Plan de Rehabilitación Agropecuaria Pospandemia.

“De pronto tenemos ventajas comparativas respecto  a  otros  países,  porque  de  pronto se identifican productos con quimiotipos diferenciados que nos van a permitir conquistar mercados diferenciados”, acotó Bellott.

Cochabamba es el principal centro de producción de miel con más de 350 toneladas al año. La avicultura, la lechería, la producción de banano   y la floricultura están entre los rubros más importantes.

Bellott  también  precisó  que   la  explotación  de recursos naturales como la minería, los hidrocarburos y la generación de energía continúan siendo importantes en el departamento. A nivel nacional existen alrededor de 21 proyectos de generación de energía en diferentes etapas y 9 están en Cochabamba.

Cochabamba  concentra  la  mayor  producción de minería no metálica. El presidente de la Cámara Departamental de Minería, Luis Laredo, explicó que el sector también se  vio  afectado por  el  tema  sanitario,  sin  embargo,  resaltó que el aporte del sector a la economía local es preponderante, sobre todo  con  los  minerales  no metálicos. “Aquí en Cochabamba no se dan cuenta y lamentablemente ningún candidato a la presidencia sabe mucho de minería, solamente se avocan a la parte occidental y darles los beneficios a los cooperativistas, pero no se dan cuenta que en Cochabamba existe una minería no metálica bastante grande, la más grande de Bolivia”, afirmó Laredo.

Sin embargo, la actividad minera no metálica en el departamento,.0 se deprimió en un 30 a 50 por ciento debido a la llegada del coronavirus. “Yo creo que lo que falta son los incentivos necesarios porque los préstamos que ha anunciado el Gobierno no se han efectivizado, casi nadie se ha beneficiado de aquello porque los requisitos son igual o peor que los créditos normales”, sostuvo.

Vencer problemas de conectividad

Uno de los problemas que debe afrontar Cochabamba para fortalecer su economía es la conectividad terrestre y aérea. Según Bellott, debe existir mejoras en las carreteras, las conexiones aéreas y concretar el proyecto del tren bioceánico para acceder a mejores mercados.

“Deberíamos ampliar el aeropuerto para que tengamos una pista más larga, para que podamos operar mejor; segundo,  deberíamos  consolidar la doble vía Suticollo – Confital; tercero,  hay  que concretar la doble vía de Locotal hasta Chiñata”, explicó Bellott a tiempo de indicar que se constituyen en cuellos de botella. También señaló la necesidad de fortalecer otras vías de  comunicación, como la carretera al Beni, en base a soluciones tecnológicas que permitan pasar a través de ciertos bosques sin afectar la naturaleza. Entre otros problemas que se deben resolver  con urgencia,  están  los  temas  de  gobernanza y logísticos para generar un clima de negocios atractivo. También  proponen  la  modificación  del sistema tributario, la flexibilización laborar para desarrollar estrategias destinadas  a  generar empleos, y cambiar el concepto de los modelos financieros de la banca para  romper  con las limitaciones para desarrollar productos financieros.