La alternativa para afrontar la crisis sanitaria

y reconstruir la economía

 

Gabriela Alejandra  Ágreda Zambrana

 

El 2020 configuró la situación de vida de muchas personas, debido a la pandemia del COVID-19 que inició en marzo en nuestro país. Esta situación, obligó a las empresas a adoptar medidas de bioseguridad, reconvertir sus productos y generar nuevas estrategias de venta para mantener las fuentes de empleo.

Perspectiva económica

Sin duda alguna, uno de los impactos más grandes que ha tenido la emergencia sanitaria se ha notado en la economía. Actualmente, el cierre de unidades productivas pone en riesgo las fuentes de empleo de la región, obligando a las empresas a buscar la manera de reinventarse y reconvertir sus productos, sin descuidar la salud de la población que trabaja en áreas industriales, producción de alimentos y diferentes sectores económicos.

A julio de 2020, se registró el cierre de 741 empresas en Bolivia, otras se vieron obligadas a realizar restructuraciones en sus modelos de negocios intentando responder a las demandas de la población, entre ellas, el acceso a productos de bioseguridad, módulos de desinfección, y producción textil de indumentaria de bioseguridad.

Ante esta situación, el Banco Central de Bolivia (BCB) organizó en agosto, el 13 Encuentro de Economistas de Bolivia: “Políticas  Económicas en la Cuarentena y Desafíos de los Países de la Región frente a las Pandemias”, con el objetivo de analizar la situación que atraviesa el país y medir las consecuencias del desarrollo económico en América Latina.

Durante su intervención, el gerente general del laboratorio de innovación BID Lab del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Eric Peredo, mencionó que el mundo se encuentra en una “triple parada súbita”; uno, por la restricción de  viajes; dos, la poca movilidad de las personas; y tres, porque se ven afectados el comercio, servicios e industria”.

Por otra parte, la industria agropecuaria es otro de los sectores económicos más afectados por   la pandemia, por que vive de la exportación de materia prima. Un estudio realizado durante la pandemia por el BID LAB, indica que el precio  de materia prima del café registró una caída del 17 por ciento; la soja registró una caída del 5 por ciento; el único ítem que logró mantenerse estable fue el azúcar con un 0.4 por ciento.

Un ejemplo de la necesidad de reinvención, ha sido la empresa Guabirá, que diversificó sus productos ofreciendo a la  población  alcohol  al 70 por ciento. Por otra parte, la empresa Milcar, ofertó productos de bioseguridad, como tarjetas de desinfección y alcohol en gel, además de los útiles escolares que ofrecía normalmente.

En el caso de la industria textil, fue mayor la necesidad de replantear los modelos de negocio orientados a la demanda del mercado en época de pandemia. La empresa Julyos, por ejemplo, confeccionó trajes de bioseguridad y personalizó barbijos para diferentes empresas. También, la empresa Kimera ofreció una línea de ropa que ahora ha incorporado en sus “outfits” barbijos elaborados con variedad de telas y diseños.

Uno de los cambios más evidentes que ha exigido la pandemia, es la digitalización de las industrias y la implementación del teletrabajo a través de nuevas normas que regulan la actividad productiva. El consultor de Marketing y Gestión Empresarial, Diego Alé, indicó que esta situación demanda innovación por parte de las empresas para potenciar sus capacidades tecnológicas  y su competitividad.

Afrontando nuevos retos

Respecto a la tecnología, Diego Alé menciona, que es preciso “definir una agenda y canales que permitan asegurar líneas de producción, partiendo desde la socialización sobre los beneficios y ventajas que implica usar la tecnología como herramienta de producción y consumo”.

Lo que significaría que los consumidores puedan asimilar el ahorro en tiempo, comodidad y velocidad al aplicar herramientas en su vida cotidiana.

El consultor de Marketing y Gestión Empresarial, también expresó que es necesario potenciar el vínculo emocional y tecnológico entre empleador y colaboradores. Asimismo, mencionó que el sector empresarial debe adaptarse a un nuevo modelo de negocios de oferta de productos y servicios en línea a través del servicio E-commerce.

“El mercado es el responsable de la innovación en el ámbito empresarial; sin embargo, este suceso debería ocurrir al revés”, afirmó.

La Fundación Feicobol y la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), realizaron ferias virtuales como la Fexpo Salud, la Feria de Mascotas, la Feria Virtual Reactiva  Bolivia,  entre  otras,  con el objetivo de reactivar la  actividad  económica de las empresas. También, desarrollaron Conectando Bolivia, una plataforma alojada en un sitio web que permite georreferenciar empresas de diferentes sectores económicos.