Gabriel Aníbal López Pedro

A casi dos años de la llegada de la COVID-19 a Bolivia que provocó la instauración de cuarentenas rígidas y flexibles en todo el país, el aparato productivo y de servicios de Cochabamba se enfrenta a una cuarta ola que presenta desafíos para las empresas formalmente establecidas. Tejido Empresarial conversó con la especialista en bioseguridad e Ingeniera en Medio Ambiente, Gabriela Ayala Beltrán, quien explica que la aplicación de medidas de bioseguridad sigue siendo vital para el cuidado de clientes y personal de trabajo. Además, Ayala destacó que la implementación de matrices, estudios sobre la renovación de aire, la consideración del teletrabajo y la constante evaluación de riesgos son importantes para hacer frente a esta ola.

¿Qué tiene de particular esta cuarta ola para la bioseguridad en espacios públicos?

La particularidad de la cuarta ola en cuanto al comportamiento epidemiológico moderado que manifiesta, se debe a que Bolivia cuenta con al menos el 36,34 por ciento de la población ya vacunada. Se puede manifestar que este hecho contribuye a la prevención de los contagios y a la vez a que las medidas de bioseguridad establecidas sean más efectivas. Sin embargo, es importante mencionar que la información referente al tema es más completa y clara, por lo que las medidas de bioseguridad aplicadas son más eficientes y en función a la verdadera dinámica de propagación de la COVID-19. Tenemos que tener en cuenta y de forma clara que la exhalación de partículas respiratorias de una persona infectada, más los ambientes con poca ventilación, son los escenarios de mayor contagio.

¿Qué cuidados deben tener en cuenta las empresas con espacios abiertos que tienen contacto con la población de forma directa? Muchas empresas gastronómicas han implementado espacios abiertos.

Considero que este tipo de empresas por la naturaleza de su rubro tienen a su favor la implementación de espacios abiertos para la atención de clientes. Entonces, deberán invertir mayores esfuerzos en asegurar el distanciamiento una vez que ellos se encuentren dentro de las instalaciones, así también hacer cumplir el uso del barbijo, más aún, si cuentan con espacios donde los alimentos estén a la disponibilidad de todos los comensales o dentro de los servicios higiénicos, por ejemplo.

Adicionalmente, considerar medidas exclusivas para los empleados cuyo riesgo de infección es mayor al encontrarse permanentemente en contacto con los clientes y proveedores. De esta manera, generar confianza de los clientes a la hora de consumir los productos de una determinada empresa.

 

¿Qué cambios se deberán implementar en los protocolos de bioseguridad de las empresas para esta cuarta ola?

Principalmente, iniciar con el análisis de los peligros y riesgos mediante el desarrollo de una matriz IPER (identificación de peligros, evaluación, control, seguimiento y comunicación de los riesgos vinculados con las actividades y procesos de la empresa), que permita ajustar las medidas y procedimientos de prevención a las particularidades de la empresa, evitando la extrapolación de los protocolos de bioseguridad de una empresa a otra. Considero que se debe dar prioridad a los estudios y medidas que se ajusten a la dinámica de propagación de la COVID-19 como ser; los estudios de ventilación de ambientes mediante la medición de dióxido de carbono y la cantidad de renovación de aire de cada ambiente de trabajo.

Adicionalmente, no dejar de lado la programación de turnos de trabajo en función a los grupos de riesgo identificados y la característica de las actividades de cada trabajo, evaluando la pertinencia de tener grupos que respondan al teletrabajo, considerando en forma conjunta los riesgos psicosociales que involucran enviar a los trabajadores a sus domicilios a cumplir esta modalidad de trabajo.

Asimismo, la implementación de la vigilancia de la salud dentro de los centros de trabajo acompañado del manejo de datos estadísticos de las personas vacunadas, de quienes ya pasaron la enfermedad para que en función de estos datos se pueda tomar decisiones.

¿Cómo ha sido la evolución de los protocolos de bioseguridad más solicitados o recomendarnos entre la primera y la tercera ola?

Los protocolos de bioseguridad son una herramienta de gestión de prevención de la propagación de la enfermedad, recomendados principalmente para los espacios de trabajo, fue altamente exigido por el Ministerio de Trabajo al inicio de la pandemia y sus últimas actualizaciones al contenido fueron realizadas hasta el 30 de mayo de 2021. En comparación con el inicio de la pandemia, la disponibilidad de modelos, herramientas y profesionales expertos en el campo es más accesible hoy en día, e incluso el Ministerio de Trabajo presenta al público en general modelos como los que se encuentran en la Resolución Biministerial 001/21 donde se encuentran varios protocolos por sector, y que permite principalmente a las empresas pequeñas un documento más completo para la adecuada gestión de la prevención dentro de las mismas.