Tito Andrés Ramos Porcel*

Todo se levanta o se derrumba por el liderazgo. Nunca antes había sido tan cierta esta afirmación. Es que ahora, la nueva fuerza laboral comprendida, en su mayoría por millennials, está demandando un nuevo paradigma de liderazgo, un liderazgo que conecte con los seguidores, que genere ambientes saludables y desafiantes, que tome en cuenta las opiniones de los demás y que se interese genuinamente por el equipo.

Es necesario, para los líderes actuales de las organizaciones, tomar en cuenta estas características únicas de generación para poder mantenerse relevante en una cultura cambiante y poco conocida para ellos. Recuerde que “el liderazgo es influencia nada más y nada menos” (John C.Maxwell). Por eso quiero compartir 4 principios para poder mantener su liderazgo relevante en esta era Millennial.

 

  1. Sea intencional en conectarse con su equipo. No subestime lo que la conexión con el equipo puede hacer. Cuando hablamos de conexión me refiero a ser proactivo en conocer a su equipo, en tomarse el tiempo para poder saber cuáles son las aspiraciones, planes y proyectos personales de cada uno de los miembros de su equipo. Esta generación, está caracterizada por la interconectividad, son personas que están conectadas a la información todo el tiempo, tienen acceso a todo lo que necesiten al alcance de un “toque”. Sin embargo, fallan a la hora de construir relaciones profundas.

Un líder que sea intencional en conectarse con ellos, marcará una diferencia en la percepción que tienen del líder, generará confianza y lealtad, las cuales son para el liderazgo, lo que los eslabones son para una cadena.

  1. Interésese genuinamente por el equipo. Es impresionante como subestimamos el poder que tiene el cuidado por los demás. El liderazgo, en esencia, está determinado por la interacción natural humana. Si usted quiere mantener su liderazgo relevante en esta generación y las que vienen, sea intencional en practicar este principio. Sea el primero en interesarse genuinamente por todos los miembros de su equipo. No basta solamente con sentir ese interés genuino, tenemos que demostrarlo con acciones.

La mejor manera de mostrar un interés genuino es escuchando, y para eso tendrá que empezar a hacer más y mejores preguntas. Además, de mejorar sus habilidades para escuchar aprenda a ser un oidor activo, no solamente escuche las razones sino las intenciones.

A la hora de hablar, cuide su tono al decir las cosas. Usted puede decir lo que sea en el tono correcto, pero no puede dar ni un cumplido en el tono equivocado. Al dar indicaciones o direcciones sea intencional en asegurarse que las personas entendieron lo que usted está queriendo decir.

Sea consciente que este principio demandará de usted mayor enfoque, mayor tiempo y esfuerzo, esté dispuesto a hacer el sacrificio para generar confianza.

“No se puede ser buen líder siendo una mala persona”.

  1. Lidere con preguntas, más que con órdenes. El liderazgo es un área donde hablar se ha convertido en sinónimo de autoridad. El hacer preguntas genera que las personas se sientan valoradas y tomadas en cuenta. Es determinante para el liderazgo auténtico el ser consciente del poder que tiene el hacer buenas preguntas. Las buenas preguntas demuestran interés genuino por los demás, por su opinión, por su punto de vista y por su aporte. Esto es esencial a la hora de ganar influencia, y la influencia es la esencia de liderar.

El decir, las cosas generan que las personas se resistan, el hacer preguntas construye relaciones.

Las personas hoy, están necesitadas de expresar sus ideas, sus aportes y sus puntos de vista, es por eso que el hacer preguntas eleva considerablemente su efectividad como líder.

Preguntas como ¿qué piensas? ¿Qué estamos haciendo bien? ¿Qué necesita mejorar? ¿Qué necesitas cambiar? Son algunos ejemplos de buenas preguntas planteadas para desarrollar liderazgo.

“Puedes notar a un hombre listo por sus respuestas.

PUEDES NOTAR A UN HOMBRE SABIO, POR SUS PREGUNTAS”.

(Nguib Mahfouz 1911-2006, escritor egipcio ganador del Premio Nobel de Literatura Internacional en 1988).

  1. Sea un desarrollador de capacidad. Piense en las grandes hazañas en la historia, todas fueron desarrolladas por grandes equipos de personas. Personas que tenían la capacidad de generar esas hazañas.

El desarrollar capacidad es asumir la responsabilidad de desarrollar los dones, las habilidades y potencialidades de cada miembro de tu equipo, para poder lograr la tarea.

Esto tiene que ver con cambiar mi manera de ver mi rol como líder dentro del equipo. Las personas que entran a mi equipo deberían salir mejor equipadas y con el compromiso asumido de desarrollar su potencial al máximo.

Debo pensar estratégicamente, cuales son las herramientas o recursos que mi equipo necesita para cumplir la tarea. El conseguir estos recursos es parte de mi responsabilidad implícita como líder.

Esta tarea empieza a desarrollarse en la medida que yo conozco intencionalmente a mi equipo. El saber las áreas fuertes y las debilidades de mi equipo, es clave para poder llevar a cabo la tarea. Debo conocer a mi equipo a profundidad, y tener muy clara la visión, para poder saber lo que necesito proveer a mi equipo para que se logre.

Al final, yo soy el responsable, como líder, que mi equipo logre o no la meta. Asumir esta responsabilidad es fundamental a la hora de liderar en estos días.

En resumen, para poder influir de manera efectiva, debo tomar en cuenta lo que antes era obvio, y que hoy necesitamos reafirmar. Necesitamos volver a los principios básicos para liderar, conectarse intencionalmente, interesarme por los demás, liderar con preguntas y desarrollar capacidad son piezas claves para continuar siendo relevante con las futuras generaciones.

 

PERFIL DEL COLUMNISTA:

El Lic. Tito Andrés Ramos Porcel, es CEO & Master Executive Coach de TORCH Liderazgo & Coaching, empresa boliviana dedicada a desarrollar los recursos humanos dentro de las organizaciones, enfocada en convertir a personas en líderes transformacionales.