EDITORIAL Para toda empresa, el poder elaborar un presupuesto anual que esté acorde a sus condiciones, tener la
certeza de que podrá hacer las inversiones necesarias y lograr un crecimiento sostenido acompañado con la
productividad de sus trabajadores, sería lo ideal. Desafortunadamente, desde hace diez años que el gobierno
fija unilateralmente el incremento salarial así como el salario mínimo nacional y el empresario inicia cada año
con la incertidumbre que generan estas medidas, sabiendo que sus previsiones deberán sufrir cambios cuando
se conozca el aumento que se hace público el mes de mayo.